domingo, 1 de septiembre de 2013

Pisto




Hoy os traigo una de tantas recetas de pisto. Mi abuela hace pisto durante todo el verano para aprovechar toda la cantidad de verduras frescas y con buen sabor típicas de esta temporada. Como mi abuela lo hace para toda la familia, os diré que la cantidad de pisto que sale de esta receta nos ha dado para llenar ¡dos boles enteros de pisto!






Ingredientes:

2 kilos de pimientos
1 kilo y medio de cebolla
2 kilos de calabacín
2 botes de tomate triturado crudo
2 cucharadas de azúcar
Aceite de oliva
Sal


Cortamos los pimientos en rodajas pequeñas y los sofreímos con un dedo de aceite a fuego medio. Tardan bastante en freírse (alrededor de una hora), así que ¡sed pacientes!

Cuando estén bien fritos (como en la imagen, muy blanditos y tostados), los sacamos de la sartén y los escurrimos en un escurridor. Dejamos el aceite en la sartén para freír el calabacín y la cebolla.

Mientras freímos el pimiento, habremos pelado y picado el calabacín y la cebolla. Ponemos ambos en un escurridor, le echamos sal al gusto y dejamos reposar hasta que termine de freírse el pimiento para que el calabacín suelte el agua.

Freímos el calabacín y la cebolla en el aceite que nos ha sobrado del pimiento también a fuego lento. ¡No hace falta añadir más!




Cuando el calabacín esté bien sofrito y de un color parduzco (como en la segunda foto), lo retiramos y lo colocamos junto con los pimientos en el escurridor.

A continuación tenemos dos opciones: usamos tomate triturado de bote o usamos tomate natural. La segunda opción la comentaré más adelante, de momento seguiré con la receta usando tomate de bote.

Vertimos los dos botes de tomate en la misma sartén y con el mismo aceite que nos ha sobrado del calabacín. Si vemos que hay poco aceite (no debe haber más de dos centímetros de aceite), podemos usar el aceite que ha escurrido de los pimientos y el calabacín.
Añadimos dos cucharadas de azúcar y sal al gusto y sofreímos durante unos veinte minutos a fuego medio.


A continuación juntamos el pimiento, el calabacín y la cebolla que teníamos reservados con el tomate y continuamos sofriendo a fuego lento durante unos quince minutos más.

¡Ya tenemos nuestro pisto!
Nosotros nos lo comemos recién hecho o frío y está buenísimo de las dos formas. ¡Combinado con huevo frito, croquetas o pollo resulta una comida muy completa! Además, se le pueden añadir trozos de pollo o de bonito para hacerlo más consisntente.





¿Y qué pasa si lo queremos hacer con tomate natural?


Pues para las mismas cantidades que en esta receta, usaremos tres kilos de tomates. Tendremos que pelarlos (recordad que si se dejan en agua caliente durante un tiempo son mucho más fáciles de pelar) y picarlos en trozos muy pequeños. Se sofríen en la sartén con un dedo de aceite durante 50 minutos, dos cucharadas de azúcar y sal al gusto a fuego medio y con una cuchara vamos deshaciéndolos. Si no quedan lo suficientemente deshechos, usamos la batidora.

Añadimos el pimiento, el calabacín y la cebolla y sofreímos la mezcla durante otros quince minutos.

1 comentario:

  1. Uff! Tremendo eh! Si hay mucho se conserva al baño Maria, y con un buen solomillo de cerdo,pasado por la plancha, y luego un chup chip con el pisto, puedes alcanzar la plenitud!

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