jueves, 9 de abril de 2015

¡Manos arriba, esto es un Potaje!

Érase una vez una joven reina llamada Isabel II que se disputaba el trono con su tío Carlos María Isidro ''El Pretendiente'' y por todo el reino surgían facciones que apoyaban a uno u otro bando. En medio de conspiraciones y trifulcas se encuentra Oviedo en 1836, capital de Asturias e isabelina, que está siendo asaltada por las milicias carlistas. Según cuenta la leyenda los habitantes del lugar ofrecieron a los carlistas un delicioso (y contundente) Potaje y éstos aceptaron encantados, lo que no sospechaban es que horas después se levantarían de la siesta totalmente desarmados.
Desde entonces, el 19 de Octubre se celebra la hazaña en el Día del Desarme comiendo un buen Potaje.

Si os parece vamos a prepararlo y, con suerte, podéis utilizarlo para desarmar a algún enemigo.


Ingredientes

500 g de garbanzos
250 g de judías blancas
Sal al gusto
2 o 3 cucharadas de aceite
4 ajos
2 hojas de laurel
400 g de espinacas
150 g de bacalao desalado
1 cucharadita de pimentón
1 rebanada de pan

Preparación

Mi abuela suele usar siempre garbanzos secos pero podéis utilizar garbanzos envasados igualmente. Nosotras pusimos en remojo las judías y los garbanzos durante toda la noche (12 h aprox) con un puñadito de sal.


Al día siguiente, escurrimos garbanzos y judías y los metimos en un olla con 2 L de agua, 2 o 3 cucharadas de aceite, 3 ajos gordos sin pelar, 2 hojas de laurel y 400 g de espinacas. El tiempo de cocción varía en función del tipo de olla que utilicéis: en olla normal, 2h y en olla exprés, 1h.


Hasta aquí el potaje es un guiso normal y corriente: un montón de cosas buenas puestas a cocer juntas. Sin embargo, cuando termina el tiempo de cocción viene lo que la Ricarda llama ‘’el arreglo’’. 

Para ‘’el arreglo’’ freímos en abundante aceite (1/3 de vaso) una rebanada de pan y cuando esté bien dorada mezclamos con un ajo picado previamente, machacamos en el mortero y a la olla.


En el mismo aceite sofreímos una cebolla pequeña cortada en trocitos hasta que esté bien pochada, añadimos dos cucharadas del guiso y, por último un cucharadita de pimentón, dejamos que los sabores se mezclen durante 2 minutos y vertemos el sofrito en la olla.

Y, por último, añadimos el bacalao y esperamos 10-15 minutos: ¡el tiempo justo para poner la mesa!

Contadnos qué tal os ha salido os ha salido el Potaje, ¿usáis algún ingrediente secreto? ¿Queréis compartir con nosotras la receta de vuestra abuela? 

¡A los fogones, gastronautas!

Sugerencia de presentación



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