Érase una vez una joven reina llamada Isabel II que se
disputaba el trono con su tío Carlos María Isidro ''El Pretendiente'' y por todo el
reino surgían facciones que apoyaban a uno u otro bando. En medio de
conspiraciones y trifulcas se encuentra Oviedo en 1836, capital de Asturias e
isabelina, que está siendo asaltada por las milicias carlistas. Según cuenta la
leyenda los habitantes del lugar ofrecieron a los carlistas un delicioso (y
contundente) Potaje y éstos aceptaron encantados, lo que no sospechaban es que
horas después se levantarían de la siesta totalmente desarmados.
Desde entonces, el 19 de Octubre se celebra la hazaña en el Día del Desarme comiendo un buen
Potaje.
Si os parece vamos a prepararlo y, con suerte, podéis
utilizarlo para desarmar a algún enemigo.
Ingredientes
500 g de garbanzos
250 g de judías blancas
Sal al gusto
2 o 3 cucharadas de aceite
4 ajos
2 hojas de laurel
400 g de espinacas
150 g de bacalao desalado
1 cucharadita de pimentón
1 rebanada de pan
Preparación
Mi abuela suele usar siempre garbanzos secos pero podéis
utilizar garbanzos envasados igualmente. Nosotras pusimos en remojo las judías
y los garbanzos durante toda la noche (12 h aprox) con un puñadito de sal.
Al día siguiente, escurrimos garbanzos y judías y los metimos
en un olla con 2 L de agua, 2 o 3 cucharadas de aceite, 3 ajos gordos sin pelar,
2 hojas de laurel y 400 g de espinacas. El tiempo de cocción varía en función
del tipo de olla que utilicéis: en olla normal, 2h y en olla exprés, 1h.
Hasta aquí el potaje es un guiso normal y corriente: un
montón de cosas buenas puestas a cocer juntas. Sin embargo, cuando termina el
tiempo de cocción viene lo que la Ricarda llama ‘’el arreglo’’.
Para ‘’el arreglo’’ freímos en abundante aceite (1/3 de
vaso) una rebanada de pan y cuando esté bien dorada mezclamos con un ajo picado
previamente, machacamos en el mortero y a la olla.
En el mismo aceite sofreímos una cebolla pequeña cortada en
trocitos hasta que esté bien pochada, añadimos dos cucharadas del guiso y, por último un cucharadita de pimentón, dejamos que los sabores se mezclen durante 2
minutos y vertemos el sofrito en la olla.
Y, por último, añadimos el bacalao y esperamos 10-15
minutos: ¡el tiempo justo para poner la mesa!
Contadnos qué tal os ha salido os ha salido el Potaje, ¿usáis algún ingrediente secreto? ¿Queréis compartir con nosotras la receta de vuestra abuela?
¡A los fogones, gastronautas!
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