lunes, 27 de abril de 2015

La Reina de Corazones

Queridísimos Gastronautas,

Os traigo una receta especial, contundente y deliciosa. Es la joya de la corona, la niña de mis ojos, la razón de mis desvelos o la Reina de Corazones, comúnmente conocida como Albóndigas.

Albóndigas (9 personas)


Ingredientes para la masa:

 750 g de carne picada
-          2 ajos picados
-          3 huevos
-          1 cebolla mediana (80 g)
-          80 g de pan rallado
-          ¼ L de leche
-          Perejil

Ingredientes para el sofrito:

-          1 pimiento rojo
-          ½ cebolla
-          5 cucharadas de tomate frito



Empezamos picando muy fino el ajo, la cebolla y el perejil, lo mezclamos bien con la carne picada y le añadimos los huevos y la leche. La masa de albóndigas tendrá una textura muy blanda por lo que le añadiremos pan rallado con el fin de lograr una textura más consistente. Salpimentamos al gusto ¿Cómo sabemos la textura adecuada? Bueno, tienes que poder formar bolitas con facilidad, sin que se te deshagan en la mano.



Formamos las bolitas de carne picada, las pasamos por harina (les damos unos golpes para quitarle el exceso de harina, es suficiente con que tengan una apariencia blanquecina) y las freímos en 1 dedo de aceite bien caliente. Lo ideal es que queden crujientes.




Para preparar la salsa sofreímos la cebolla y el pimiento rojo en el mismo aceite de las albóndigas hasta que queden pochados. Añadimos el tomate frito y mezclamos durante 1 minuto. Pasamos por la batidora y vertemos en la olla de las albóndigas, echamos agua hasta cubrir las albóndigas y dejamos cocer durante 30 minutos.


Sugerencia de presentación.
¿Cómo habéis pasado la semana? ¿Habéis hecho alguna receta? ¡Intentad esta última y contadnos!

jueves, 9 de abril de 2015

¡Manos arriba, esto es un Potaje!

Érase una vez una joven reina llamada Isabel II que se disputaba el trono con su tío Carlos María Isidro ''El Pretendiente'' y por todo el reino surgían facciones que apoyaban a uno u otro bando. En medio de conspiraciones y trifulcas se encuentra Oviedo en 1836, capital de Asturias e isabelina, que está siendo asaltada por las milicias carlistas. Según cuenta la leyenda los habitantes del lugar ofrecieron a los carlistas un delicioso (y contundente) Potaje y éstos aceptaron encantados, lo que no sospechaban es que horas después se levantarían de la siesta totalmente desarmados.
Desde entonces, el 19 de Octubre se celebra la hazaña en el Día del Desarme comiendo un buen Potaje.

Si os parece vamos a prepararlo y, con suerte, podéis utilizarlo para desarmar a algún enemigo.


Ingredientes

500 g de garbanzos
250 g de judías blancas
Sal al gusto
2 o 3 cucharadas de aceite
4 ajos
2 hojas de laurel
400 g de espinacas
150 g de bacalao desalado
1 cucharadita de pimentón
1 rebanada de pan

Preparación

Mi abuela suele usar siempre garbanzos secos pero podéis utilizar garbanzos envasados igualmente. Nosotras pusimos en remojo las judías y los garbanzos durante toda la noche (12 h aprox) con un puñadito de sal.


Al día siguiente, escurrimos garbanzos y judías y los metimos en un olla con 2 L de agua, 2 o 3 cucharadas de aceite, 3 ajos gordos sin pelar, 2 hojas de laurel y 400 g de espinacas. El tiempo de cocción varía en función del tipo de olla que utilicéis: en olla normal, 2h y en olla exprés, 1h.


Hasta aquí el potaje es un guiso normal y corriente: un montón de cosas buenas puestas a cocer juntas. Sin embargo, cuando termina el tiempo de cocción viene lo que la Ricarda llama ‘’el arreglo’’. 

Para ‘’el arreglo’’ freímos en abundante aceite (1/3 de vaso) una rebanada de pan y cuando esté bien dorada mezclamos con un ajo picado previamente, machacamos en el mortero y a la olla.


En el mismo aceite sofreímos una cebolla pequeña cortada en trocitos hasta que esté bien pochada, añadimos dos cucharadas del guiso y, por último un cucharadita de pimentón, dejamos que los sabores se mezclen durante 2 minutos y vertemos el sofrito en la olla.

Y, por último, añadimos el bacalao y esperamos 10-15 minutos: ¡el tiempo justo para poner la mesa!

Contadnos qué tal os ha salido os ha salido el Potaje, ¿usáis algún ingrediente secreto? ¿Queréis compartir con nosotras la receta de vuestra abuela? 

¡A los fogones, gastronautas!

Sugerencia de presentación



lunes, 23 de marzo de 2015

La Semana Santa huele a ...¡Torrijas!

¡Buenas tardes grastronautas!

El postre que os traigo hoy lleva alimentando generaciones nada menos que desde el siglo XV, e incluso, se recomendaba para la recuperación de las parturientas. ¿Sabéis ya cuál es?

Me complace presentaros a La Torrija: ese postre archiconocido y compañero infatigable de la Semana Santa que año tras año nos visita para deleitarnos con su buen savoir faire.


A mi abuela (la Ricarda) no le hace ni pizca de gracia que la gente vea cómo prepara las torrijas porque hay que pringarse (y mucho), arriesgarse por la última torrija que nada en un mar de leche o coger la rebanada mojada y pasarla por huevo... ¡pero esperad! primero los ingredientes.

Ingredientes:

  • 2 barras de pan
  • 1,5 L de leche
  • 25 cucharadas soperas de azúcar blanco (o 560 g de azúcar)
  • 2 ramas de canela
  • 5 huevos (300 g aproximadamente)

Ponemos la leche a cocer con el azúcar y las dos ramas de canela. La mezcla no tiene que cocer, es suficiente con que esté muy caliente. 








Mientras la leche se va calentando, cortamos las barras de pan en rebanadas transversales de dos 
dedos de ancho, prescindiendo de los picos. 









Bajamos el fuego al mínimo y vamos remojando las rebanadas de pan durante 45 segundos más o menos y reservamos en una fuente.











En este momento las rebanadas estarán muy muy blandas y serán difíciles de manipular, pero ¡no os desaniméis! dejarlas enfriar durante 15 minutos para poder manejarlas con más facilidad.




Las rebanadas una vez templadas se pasan por los huevos que previamente habremos batido y se fríen en abundante aceite. 
Es importante que el aceite esté muy muy caliente para que las torrijas no cojan mucho aceite. 

Finalmente, disponemos las torrijas por capas en el recipiente que vayamos a usar para guardarlas, recordando que entre capas espolvorearemos canela y azúcar al gusto.



Corteza crujiente y blanditas y jugosas por dentro: la torrija perfecta. 

Sugerencia de presentación.
Hacedlas y decirnos qué tal os han salido. ¿Os han gustado? ¿Recomendáis la receta?

jueves, 10 de octubre de 2013

To do's

Lista de comidas que hacer

Patatas a lo pobre
Patatas guisadas
Albóndigas
Pollo en pepitoria
Potaje
Guisado de carne
Carne rica
Paella
col morada

recetas nuestras:

falafel
relleno de rollitos


sábado, 28 de septiembre de 2013

Cocido mondejano

Como no podía ser de otra manera, os traemos la receta de mi abuela del cocido, no madrileño, sino mondejano. Y es que en casa de mi abuela se come cocido hasta en los días más calurosos del verano.

Disclaimer: mi abuela sabe usar la olla exprés, así que desde hace años cocina todos los guisos con ella. Esta receta es por tanto para la olla exprés; sin embargo, ella misma comenta que los pasos para hacer el cocido en puchero normal son los mismos, lo único que tendremos que esperar bastantes más horas. Mi bisabuela ponía el cocido desde que se levantaba (8 a.m.) y estaba listo ¡para la cena de ese día! ¡Lo que hace unas 12 horas de cocción!


Segundo plato del cocido.




¡Empezamos!

Ingredientes


3/4 Kg de garbanzos
1 Kg de falda de ternera
1 hueso de cadera
0.5 Kg de puntas de jamón
1/2 Kg de esqueletos de pollo
Panceta salada (opcional)
1/2 Kg de repollo






Como veréis, falta el chorizo y la morcilla, y es que en casa de mi abuela nunca se ha echado al cocido. Otra opción es echar también espinazo (mi abuela comenta que vecinos suyos lo echan, pero ella no).

Los garbanzos los habremos dejado reposar desde la noche anterior en agua templada con sal.

Preparación

Antes de nada, lavamos toda la carne con agua y los huesos del jamón con estropajo (no hace falta que echemos jabón).


A continuación metemos los garbanzos en la redecilla de cocido y metemos dentro unas 3 o cuatro hojas de repollo y una patata pelada. Cerramos la redecilla y la metemos en la olla.

Redecilla en la que se meten los garbanzos

Incluimos las puntas de jamón, los esqueletos de pollo, el hueso de cadera, la panceta salada y la falda de ternera. Echamos perejil y un ajo cortado en láminas. Llenamos de agua hasta arriba la olla y lo ponemos a cocer durante unas dos horas.


A parte, coceremos 1/2 Kg de repollo y lo rehogaremos con unos ajos, para acompañar a los garbanzos.



Para servir

Una vez esté listo el cocido, retiraremos los garbanzos e iremos colando el caldo para que no se nos cuele ningún hueso de pollo o trozo de jamón de las puntas.


Vamos apartando el jamón, para que cada uno, si quiere, se lo eche junto con los garbanzos. Retiramos también la falda de ternera.

Lo más llamativo del cocido mondejano es que la carne (tercer plato del cocido) es asada. Por tanto, en una sartén grande y con un pelín de aceite asaremos la falda de ternera que hemos retirado del codido hasta que quede muy crujiente.



Ponemos el caldo en una olla y echamos un puñado de fideos por cada comensal.

Lo primero que se sirve es la sopa, que en mi casa a menudo se come junto con una cebolla cruda o un pimiento. Además, los más atrevidos se echan unos cuantos garbanzos en la sopa y está delicioso.

Lo segundo que comeremos son los garbanzos. Los juntamos con el repollo, la patata, la zanahoria, un poco de jamón y aliñamos con aceite y sal.

Lo tercero, y que a menudo se junta con los garbanzos, se come la carne asada.



¡Espero que lo disfrutéis tanto como nosotros!

Y con lo que nos sobre, haremos ¡ropa vieja!

PD: Me cuenta mi abuela que en los días de fiesta era típico añadir al cocido albóndigas de carne, los que pudieran, o de pan, los menos afortunados. Se formaban las albóndigas (explicaremos la receta en un post dentro de poco) normalmente y en lugar de freírlas aparte, se echaban directamente al cocido de tal manera que quedaban sólo cocidas




domingo, 8 de septiembre de 2013

Patatas al ajillo

¡Hoy os traigo una de nuestras recetas favoritas! Patatas al ajillo. Ideales para comer con huevos fritos, filetes de pollo o croquetas. Esta vez la foto de la receta en el estado final no está muy lograda y no se ve muy bien, intentaré subir una nueva foto en cuanto las vuelva a hacer

Ingredientes (para diez personas):

- 3 kilos de patatas
- 4 ajos
- Un vaso de vinagre blanco
- Sal
- Aceite de oliva

Pelamos las patatas y las cortamos transversalmente en capas finas. Para ello en casa de mi abuela usamos un cortador de patatas: ahorras tiempo y esfuerzo.


Sumergimos las patatas así cortadas en aceite (previamente las habremos echado sal al gusto). Debe haber suficiente aceite (las patatas tienen que nadar en él). La idea es que las patatas no deben freírse, sino cocerse en aceite. Para ello, debemos tener el fuego bastante flojo. 



Las vamos removiendo con paciencia durante unos 45 minutos. Cuando ya estén a punto de ser retiradas (deben estar como las patatas que usamos para la tortilla de patatas, muy blandas y fritas por algunas partes) quitamos el aceite de la sartén. Podemos hacerlo de diferentes formas, pero la más sencilla sería coger una espumadera e ir sujetando las patatas mientras vertimos el aceite de la sartén en el recipiente en el que vayamos a poner el aceite. No hace falta que se queden completamente secas, pero sí tenemos que retirar la mayor parte del aceite. Una vez retirado el aceite, dejamos de nuevo la sartén a fuego lento. 

A continuación picaremos cuatro ajos grandes. Para ello partimos los ajos en rodajas y los machacamos en el mortero.


A continuación juntamos el ajo picado con un vaso de vinagre y removemos un poco. Vertimos la mezcla sobre las patatas. Y removemos las patatas.


Mantenemos las patatas en el fuego (recordemos que era lento) unos cinco/diez minutos más mientras removemos para que se mezcle bien y después ¡a comer!




domingo, 1 de septiembre de 2013

Pisto




Hoy os traigo una de tantas recetas de pisto. Mi abuela hace pisto durante todo el verano para aprovechar toda la cantidad de verduras frescas y con buen sabor típicas de esta temporada. Como mi abuela lo hace para toda la familia, os diré que la cantidad de pisto que sale de esta receta nos ha dado para llenar ¡dos boles enteros de pisto!






Ingredientes:

2 kilos de pimientos
1 kilo y medio de cebolla
2 kilos de calabacín
2 botes de tomate triturado crudo
2 cucharadas de azúcar
Aceite de oliva
Sal


Cortamos los pimientos en rodajas pequeñas y los sofreímos con un dedo de aceite a fuego medio. Tardan bastante en freírse (alrededor de una hora), así que ¡sed pacientes!

Cuando estén bien fritos (como en la imagen, muy blanditos y tostados), los sacamos de la sartén y los escurrimos en un escurridor. Dejamos el aceite en la sartén para freír el calabacín y la cebolla.

Mientras freímos el pimiento, habremos pelado y picado el calabacín y la cebolla. Ponemos ambos en un escurridor, le echamos sal al gusto y dejamos reposar hasta que termine de freírse el pimiento para que el calabacín suelte el agua.

Freímos el calabacín y la cebolla en el aceite que nos ha sobrado del pimiento también a fuego lento. ¡No hace falta añadir más!




Cuando el calabacín esté bien sofrito y de un color parduzco (como en la segunda foto), lo retiramos y lo colocamos junto con los pimientos en el escurridor.

A continuación tenemos dos opciones: usamos tomate triturado de bote o usamos tomate natural. La segunda opción la comentaré más adelante, de momento seguiré con la receta usando tomate de bote.

Vertimos los dos botes de tomate en la misma sartén y con el mismo aceite que nos ha sobrado del calabacín. Si vemos que hay poco aceite (no debe haber más de dos centímetros de aceite), podemos usar el aceite que ha escurrido de los pimientos y el calabacín.
Añadimos dos cucharadas de azúcar y sal al gusto y sofreímos durante unos veinte minutos a fuego medio.


A continuación juntamos el pimiento, el calabacín y la cebolla que teníamos reservados con el tomate y continuamos sofriendo a fuego lento durante unos quince minutos más.

¡Ya tenemos nuestro pisto!
Nosotros nos lo comemos recién hecho o frío y está buenísimo de las dos formas. ¡Combinado con huevo frito, croquetas o pollo resulta una comida muy completa! Además, se le pueden añadir trozos de pollo o de bonito para hacerlo más consisntente.





¿Y qué pasa si lo queremos hacer con tomate natural?


Pues para las mismas cantidades que en esta receta, usaremos tres kilos de tomates. Tendremos que pelarlos (recordad que si se dejan en agua caliente durante un tiempo son mucho más fáciles de pelar) y picarlos en trozos muy pequeños. Se sofríen en la sartén con un dedo de aceite durante 50 minutos, dos cucharadas de azúcar y sal al gusto a fuego medio y con una cuchara vamos deshaciéndolos. Si no quedan lo suficientemente deshechos, usamos la batidora.

Añadimos el pimiento, el calabacín y la cebolla y sofreímos la mezcla durante otros quince minutos.

lunes, 18 de marzo de 2013

Magdalenas de chocolate

¡Magdalenas de chocolate!

Una receta sencilla para un día sencillo en el que apetece comer algo de dulce. Lo cierto es que la receta no es de mi abuela, pero es una buena receta para hacer magdalenas de chocolate.

Ingredientes:


  • 140 gramos de mantequilla.
  • 20 ml de agua.
  • 320 gramos de azúcar.
  • 500 gramos de chocolate negro en tableta.
  • 1 cucharada de azúcar avainillada.
  • 180 gramos de harina.
  • media cucharadita de sal.
  • 1 sobre de levadura.
  • 4 huevos.
  • 50 gramos de nueces.
En una cacerola, derretimos la mantequilla a fuego lento junto con el agua y el azúcar, vamos mezclando bien y dejamos que la mezcla hierva una vez. Cuando ha hervido, añadimos la mitad del chocolate en trozos pequeños para que se disuelva mejor y el azúcar avainillada. Mezclamos bien y vamos añadiendo poco a poco la harina, la sal y la levadura (mientras mantenemos el fuego lento). Cuando esté bien mezclado añadimos los huevos sin parar de remover y añadimos la otra mitad del chocolate. Cuando esté todo bien mezclado añadimos las nueces, damos un par de vueltas y retiramos del fuego. 
Ya tenemos la masa lista, ahora con cuidado volcamos poco a poco la masa en los recipientes de las magdalenas y al horno a 180 grados unos 7 minutos. 

Y después de este largo y duro proceso... ¡ a comer!

La receta te da aproximadamente unas 40 magdalenas, depende de lo que llenes el recipiente.





 Yo las decoré con nubes, pero eso es al gusto del consumidor y hasta donde te llegue la imaginación.


domingo, 24 de febrero de 2013

Gachas

Hoy os traemos una receta de gachas. 

Me cuenta mi abuela, que para la gente que se iba a trabajar al campo, las gachas eran siempre el desayuno y se comían durante todo el invierno. 


Ingredientes (para dos personas)

  • Dos piezas de panceta de cerdo
  • 38 g de patatas
  • 5 cucharadas soperas colmadas de harina de almorta
  • Un ajo
  • Pimentón
  • Sal
  • Aceite



Preparación

Cortamos las patatas en láminas (como en la figura) y la panceta en trozos pequeños. Salamos ambas cosas. 
A continuación usamos tres cucharadas soperas de aceite para freir la patata a fuego lento. Tienen que quedar como las patatas de la tortilla de patatas. No muy tostadas y suaves. 
Retiramos las patatas (escurriéndolas) y usamos el mismo aceite para freír la panceta.





Una vez frita la panceta, la retiramos y conservamos el aceite. 
En la misma sartén en la que hemos frito la patata y la panceta, y con el aceite sobrante vamos a hacer las gachas a fuego lento. Echamos tres cucharadas más de aceite y añadimos una cucharadita rasa de pimentón. Removemos para que el aceite tenga un color rojizo. A continuación echamos la harina de almorta. Vamos removiendo poco a poco, tostando la harina. No hay que dejar que se queme. Tostamos la harina de almorta durante un par de minutos. A continuación añadimos agua (mi abuela prefiere echar agua del tiempo) y vamos removiendo. Veremos cómo la mezcla se va espesando hasta adquirir la consistencia de un puré. Cuando tenga la consistencia adecuada, picamos el ajo en trocitos pequeños y lo añadimos a las gachas y seguimos removiendo. Salamos al gusto, añadimos la panceta y la patata en la mezcla y dejamos cocer a fuego lento durante quince minutos. Tendremos algo como esto:



Se pueden servir en platos individuales o comer directamente de la sartén (esto último es lo que yo siempre he vivido en mi casa, una gran sartén en medio y quince personas mojando sus trozos de pan alrededor). Ahora, eso sí, ¡no se te ocurra comerlas con cuchara! Las gachas se comen con pan.

Nosotras esta vez hemos echado la panceta dentro de las gachas porque lo hemos servido como "aperitivo", pero yo siempre recuerdo tener la panceta frita aparte y en las gachas únicamente la patata.

¡Qué las disfrutéis!